Estoy segura que si eres adolescente más de una de vez habrás escuchado la frase: “¿Qué pasa que si tus amigos se tiran por un puente, tu también lo haces?”, y también estoy segura que al igual que yo has pensado, pero si yo no hago lo mismo que nadie, si a mí nadie me influye. Puede que este pensamiento cambie al leer esto.
Antes de argumentar porque
los adolescentes son especialmente influenciables, expondré la definición de influencia
social que es el proceso básico en psicología social que recoge todos
aquellos procesos en los que una persona intenta influir en los comportamientos
y actitudes de otros. Ésta incluye la persuasión, la conformidad social, la
aceptación social y la obediencia social
Teniendo en cuenta esta definición
y sabiendo que la adolescencia es la
etapa de vida en la que más cambios se producen, para así poder alcanzar la
edad adulta y la culminación en la incorporación de forma plena en la sociedad,
y que en los últimos años el rápido desarrollo de las sociedades junto con la
multiplicidad de influencias interculturales, ha propiciado una situación de confusión
de valores en la que los adolescentes son especialmente sensibles. Podemos
decir que los adolescentes viven una etapa caracterizada de alteraciones de la personalidad y
dificultades en la interacción con los adultos.
Muchos de estos adolescentes
frenan esta influencia por la capacidad de resiliencia , pero no todos son capaces de
desarrollar esta, ya que no es innata.
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