miércoles, 10 de abril de 2013

LOS ADOLESCENTES Y LAS DROGAS



El consumo de drogas en la adolescencia ha tenido un aumento inmenso en los últimos años,este hecho es de dominio público porque la comunicación y la información sobre el tema ya han cobrado un alcance masivo.
A pesar de toda esta información, los especialistas opinan es escasa para producir un efecto preventivo. Según Claude Olivenstein, el fenómeno adolescente-drogas se apoya en tres pilares:
  1. La oferta del producto: sobreoferta.
Podríamos afirmar que la droga se traspasa hoy por las grietas que se producen en la cultura y que posibilitan su demanda.
Su comercio es actualmente uno de los negocios más lucrativos a nivel mundial. Actualmente la baja en su precio que la hace mucho más accesible es el resultado de una intensa sobreoferta del producto.
  1. Mercado potencial Óptimo: adolescente.
El mercado está constituido por aquellos sectores que pueden ser más fácilmente tentados por un determinado producto.En los últimos años es sin duda, la adolescencia, la que constituye el mercado comercial óptimo ya que esta es una etapa de transición y de pasaje. Es un periodo de vulnerabilidad y de cierta fragilidad, porque hay una gran ambición por ocupar un lugar fuera del ámbito de la familia y una urgencia por ser aceptado lo antes posible por nuevos grupos y nuevos círculos de protagonismo.
  1. Factores facilitadores.
Sin ninguna duda, el desapego excesivo del joven de su grupo familiar es el principal factor que predispone a ello, porque estos alejamientos, que son a veces verdaderamente rupturas, no le permiten al joven estructurar las defensas necesarias para prevenir lo riesgos.
La gráfica muestra que de los 3.0 millones de usuarios nuevos de drogas ilícitas, la marihuana es la droga que más se consume con un 61.8%. Otras sustancias incluyen analgésicos de prescripción con un 17.3%, inhalantes con un 9.0%, tranquilizantes con un 4.6%, alucinógenos con un 3.0%, estimulantes con un 2.5%, sedantes con un 1.9%, y la cocaína y la heroína con un 0.1% cada una.

Raquel Montero Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario