miércoles, 29 de mayo de 2013

EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA

Según María Jesús Mardomingo, presidenta de la Asociación Española de Psiquiatría Infantil, en la segunda mitad del siglo XX aumentaron en nuestro país las tasas de depresión y suicidio, y de forma paralela disminuyó la edad en la que se presentan estas patologías.

Aunque las tasas de suicidio en España son bastante inferiores a la media europea, alcanzando 5 suicidios por cada cien mil habitantes frente 20 por cada cien mil, a fecha de 2006, el suicidio la segunda causa de muerte en adolescentes, aumentando esta media entre los nacidos en la década de los 70.
Sin embargo, tres años después, en 2009, el suicidio se convirtió en la primera causa de muerte adolescente, superando incluso a los accidentes de tráfico. Así, según Julio Bobes (presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica), nos acercamos cada vez más a la media europea con 11 suicidios por cada cien mil habitantes.

Estos datos son desalentadores. Pero, ¿a qué se debe este incremento? Según Bobes, la limitada capacidad de los adolescentes para asumir la frustración es el factor clave, sumado al incremento paulatino de los cuadros ansioso-depresivos propiciados por las sociedades avanzadas.

En 2010 se quitaron la vida 239 españoles de entre 15 y 29 años. El doctor Celso Arango (jefe del servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Gregorio Marañón), afirma que el suicidio es más común en personas de un perfil socioeconómico alto, influyendo la cultura y la educación. Suelen ser personas más vulnerables aquellas que son brillantes, llenas de ambición, y con posibilidades de desarrollarla.  Además, aunque las mujeres son quienes más intentan suicidarse, los hombres triplican la tasa de suicidios.

El Teléfono de la Esperanza es una entidad de voluntariado pionera en la promoción de la salud emocional y, especialmente, de las personas en situación de crisis individual, familiar o psico-social. Según su coordinador Alfonso Echávarri, “entre los jóvenes detectamos desesperanza que da lugar a la desesperación por un vacío existencial”, además que  “un 90 % puede tener una base psicopatológica, pero un 10% no, y son muchísimas personas”.

Aunque el Ministerio de Sanidad está comenzando a desarrollar programas de prevención, aún no se ha prestado la suficiente atención a este problema que es la primera causa de muerte violenta en el mundo. Por ello, creo de vital importancia la difusión de esta ONG, que solamente entre 2010 y 2011 atendió 3004 llamadas de personas que querían quitarse la vida.


Paula Fuentes. 

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