Como todos sabemos, la familia es el principal
lugar en el que todos crecemos y construimos nuestra identidad. Por eso, debemos ser conscientes de la gran influencia que este sistema social
tiene sobre todos nosotros, especialmente en niños y adolescentes. En esta
entrada, explicaré brevemente la influencia negativa que puede llegar a tener una
familia en los jóvenes y los problemas que esto conlleva.
Es en la adolescencia cuando el individuo trata de buscar más libertad, diferentes formas de
independizarse en algunos aspectos de su vida y comienza a tomar decisiones.
Por ejemplo, salir más con un grupo de amigos. Los padres deben ser capaces de adaptarse a
esta importante etapa vital, ya que si no lo hacen se pueden crear ciertos problemas y enfrentamientos en
el núcleo familiar.

La familia tiene un efecto negativo en este joven, haciendo que sufra un conflicto interior constante. Su autoestima es baja y esto puede llevar a la depresión. Por otro lado, el ser ignorado o no ser escuchado al opinar en las decisiones familiares hace que el joven reprima sus sentimientos hasta que desembocan en problemas sociales, como pueden ser malas amistades, drogadicción o alcoholismo.
La familia debe ser un lugar en el que el adolescente encuentre apoyo, protección y sobretodo sea escuchado. Es importante que el joven pueda llegar a construir una identidad propia sin llegar a ningún problema más allá de las pequeñas discusiones familiares, que todos podemos tener y que son inevitables a la vez que pasajeras.
Julia Noriega
Referencias:
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