La ortorexia es el término que se usa para referirse a
las personas que sufren obsesión por la comida sana hasta niveles que se deben
considerar patológicos. Esta enfermedad ataca generalmente a adolescentes y
adultos jóvenes, y avanza en forma gradual. Se empieza por el simple ritual de
revisar cuidadosamente las etiquetas de los envases de los alimentos para saber cuáles son
sus contenidos nutricionales. Con el tiempo se llega hasta dejar de comer lo
que contiene algún elemento artificial o grasa, por considerarlo impuro y
dañino para la salud.
Las personas que lo padecen son fanáticos de los
alimentos orgánicos, integrales, de aquellos que no contienen conservantes ni
edulcorantes artificiales, libres de pesticidas y herbicidas, que no sean
genéticamente modificados, etc. Se ritualiza la preparación al punto de usar
recipientes de materiales especiales, cortar las verduras de una forma
determinada, además de buscar un ambiente especial para comer y masticar los
alimentos determinado número de veces.
Esto hace que quienes sufren de este trastorno no tengan
una vida social normal, ya que constantemente incluirán el tema de la
alimentación saludable en sus conversaciones y evitarán asumir responsabilidades
y retos propios de su edad para ocupar ese tiempo en pensar en la comida.
Además preferirán aislarse, prepararse ellos mismos sus raciones y comer solos
antes que ir a restaurantes o a reuniones sociales con amistades.
La ortorexia puede venir asociada con la vigorexia y puede
provocar raquitismo, anemia, desnutrición, problemas renales, depresión,
enfermedades psicológicas y llevarte al más absoluto aislamiento social. El
distanciamiento de sus amigos hace que su obsesión en los alimentos ‘sanos’
aumente, se vuelve irritable y ansiosa cuando percibe que algo le impide llegar
a las metas trazadas.
Irene Martín Luengo
Referencias:
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